DIRSE – Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad (ASG), en su papel representativo de los equipos de profesionales responsables durante aproximadamente 20 años de la gestión inicialmente denominada Responsabilidad Social Corporativa, posteriormente Sostenibilidad y ahora ASG, se encuentra frente a una reacción negativa en ciertos ámbitos respecto a la gestión basada en estos principios y su denominación. Por ello, deseamos exponer dos hechos recientes y realizar las siguientes consideraciones específicas al respecto.
HECHOS:
1 – En recientes manifestaciones públicas e iniciativas legislativas, determinados líderes políticos y de opinión han manifestado su rechazo a la gestión basada en criterios ASG (ESG, por sus siglas en inglés), llegando incluso en Estados Unidos a considerar excéntricamente como delito que los gestores de fondos de pensiones públicos utilicen estos criterios en sus decisiones de inversión.
2 – Se ha producido una reacción en contra del término ESG/ASG que ha llegado a la batalla política provocando que líderes empresariales hayan abandonado ese término en favor de nuevas denominaciones.
CONSIDERACIONES:
1- La gestión basada en el diálogo con los stakeholders y la satisfacción de sus expectativas de manera coherente y equilibrada, que está en el núcleo y principios fundacionales de la Responsabilidad Social Corporativa, de la Sostenibilidad y de la gestión con criterios ASG, es una metodología de la gestión empresarial alejada de posiciones políticas.
En ningún caso amenaza la obtención de resultados financieros por parte de las empresas, sino todo lo contrario, es fuente de ventaja competitiva para ellas, puede determinar su estrategia y garantiza una gestión de los riesgos corporativos desde una perspectiva más holística, como han demostrado el comportamiento positivo de determinados instrumentos financieros. Así pues, es sinónimo de fortalecimiento del modelo de negocio a medio y largo plazo y responde a una buena gestión empresarial.
2 – La importancia mayor o menor otorgada a la rentabilidad financiera en relación con otras consideraciones de impacto social o medioambiental forma parte de la libertad en la toma de decisiones de los inversores y su deber fiduciario, así como del deber de diligencia de los Consejos.
3 – Los profesionales de la Sostenibilidad (ASG) tiene suficiente experiencia y conocimiento para identificar lo que es adecuado en cada situación y proponer estrategias, prácticas y procesos basados en el principio de hacer lo correcto para la creación de valor compartido entre las empresas y sus grupos de interés.
4 – Los profesionales de la Sostenibilidad (ASG) no se van a dejar distraer por discusiones de nombres y terminología que obedecen en muchas ocasiones a agendas mediáticas y políticas, que en ningún caso aportan valor a la hora de decidir lo necesario ante cada riesgo y oportunidad y ante cada nueva exigencia, sea regulatoria o de negocio y soportada por la ciencia.
5 – En este sentido, nos alegramos al confirmar que, al margen de consideraciones políticas y mediáticas, la mayoría de las empresas siguen con sus planes de sostenibilidad tendentes a integrar los criterios ASG en su estrategia y en la toma de decisiones, y al propio tiempo haciendo un esfuerzo considerable por adaptarse a la nueva regulación nacional y europea que favorece una gestión basada en criterios ASG
6 – Por último, los profesionales de la gestión de la Sostenibilidad/ASG son conscientes de que estos principios de gestión son susceptibles a modas y variaciones. Al producirse, van a ayudar a diferenciar entre aquellos directivos que siguen modas puntuales y aquellos que tienen una concepción profunda, en línea con la mejor tradición europea, del papel de la empresa en la sociedad y en la generación de dignidad en toda su cadena de valor en la que tienen influencia, tomando decisiones en consecuencia.